mi trabajo como guía

Me gusta mi trabajo, eso es lo que quiero contaros hoy.

cuando Ana coge mi arnés de guía yo siempre, siempre voy contenta, primero porque eso indica salir a la calle, y eso, para mi, siempre es positivo. Por otro lado me gusta porque me siento bien haciendo mi trabajo, es una colaboración en equipo, me gusta colaborar con ella, me premia mucho y además es como una simbiosis, hago algo útil, Ana dice que mucho más útil de lo que yo puedo llegar a imaginar.

En esto del trabajo hace mucho el vínculo, tenemos un buen vínculo, nos queremos y también nos respetamos, y eso hace que trabajar sea cómodo y agradable, siempre que no tenga dolor, ni miedo, yo voy feliz trabajando, no me resulta negativo.

Para mí además, habitualmente ni siquiera es algo difícil, rutinariamente son siempre los mismos caminos y las mismas cosas, y es algo que tengo tan controlado, que aunque lógicamente si requiere mi concentración, no es un esfuerzo inmenso. En sitios desconocidos a veces un poco más, eso si, pero el trabajo diario me gusta y es fácil. Casi siempre sé lo que va a pasar y eso me da seguridad.

En ocasiones si que Ana me pide cosas más difíciles, como por ejemplo guíar a dos personas juntas, eso es más difícil porque no estoy entrenada para ello, y no sé calcular bien el espacio a respetar para que la persona que no es Ana no tropiece, pero como lo saben, a cambio nadie me riñe, me dejan bajar el ritmo del paso si yo lo veo necesario, y si hay algún tropiezo leve nadie me riñe porque saben que estamos haciendo algo difícil para mí, pero lo hago, porque quiero a Ana y si me lo pide lo hago, y también si lo hago bien me premia doblemente, miles de fiestas y felicitaciones.

Cuando volvemos de vacaciones o de puente largo, me da alegría volver al puesto de trabajo habitual, Ana y sus compis dicen que soy la única que entra súper contenta en el hospital, pero es que para mí no es mal sitio. Me tratan bien, tengo mi sitio de descanso con mi colchoneta,acceso a beber agua siempre que quiera, no estoy encerrada nunca, eso no, estoy donde está Ana y sus compis, incluso llego a ver a los pacientes que entran en la sala.

Me da seguridad saber siempre lo que va a pasar en ese sitio, y que puedo interactuar con mis compis humanos, lo tengo todo controlado.

Ya lo véis, si lo miramos como una colaboración entre perro y humano que se quieren, resulta mucho más fácil comprender que no es desagradable, que hasta soy feliz haciéndolo.

4 respuestas a «mi trabajo como guía»

  1. Ay, Muriel!! Si además de buena perra eres una amiga leal.
    Cierto es que estar con quien te quiere y te respeta no tiene precio… Pero si además te valoran por lo que eres y por lo que haces, entonces es que tienes una compañera de vida impresionante.
    Por cierto, con eso de ir al trabajo con Ana, seguro que mediante el aprendizaje vicario algo se te habrá pegado, por lo que la próxima vez que nos veamos, aquí tienes un pedazo de cuerpo para practicar todo lo aprendido!!!

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