Perros guía en el transporte público

Quiero deciros que estoy súper contenta porque tengo muchos seguidores y mucha gente que lee mi blog y dice cosas muy bonitas, me alegra muchísimo que os guste lo que cuento, y tenemos que conseguir que llegue a mucha, mucha gente, por romper mitos y leyendas antiguas, y porque tener la información es lo que normaliza todo.

En mi día a día viajo mucho en trasporte público con Ana, nos vamos a referir hoy principalmente al autobús, tranvía o metro, al transporte urbano. Ya sabemos todos como van los transportes de gente, que parece que entramos a presión, en estos casos yo como voy a la altura del suelo, todo lo que veo son multitud de pies que me rodean y se mueven, estoy acostumbrada y no voy a decir que me asuste, pero en ocasiones resulta un poco agobiante, Ana intenta buscar un rinconcito donde pueda sentarme, me pongo debajo de su asiento, pero esto no siempre puede ser porque entre otras cosas no suele haber asiento libre.

Cuando nos colocamos Ana intenta cubrirme con sus pies para que nadie me pise las manitas o el rabo, porque nadie espera un perro ahí y por tanto la gente no mira al suelo al caminar. Cuando vamos a salir, y por tanto hay que acercarse a la puerta, yo veo que los humanos sois capaces de estar súper pegados unos a otros, pero camino a 4 patas, y necesito un espacio diferente en horizontal, aún así voy súper espachurrada y en ocasiones incluso he tenido gente que pretende separar un poco sus piernas y dejarme a mi en medio para avanzar algún paso.

Yo aguanto con todo, estoy súper socializada y súper educada, pero a nadie le gusta que un desconocido se le ponga encima, a mi tampoco. Quiero deciros con esto que es un ratito bastante agobiante para todos, en esta situación si me ves y si no me conoces de nada, por favor, no te eches encima para acariciarme, lo estoy pasando un poquito mal. Ana dice a la gente que mejor intenten no tocarme y respetar un mínimo de mi espacio en lo posible, que bastante agobio paso ahí entre miles de pies y empujones, y la gente le dice que es antipática, que ya no van a ayudarla más, que solo querían tocarme porque ellos tienen un perro, y aunque ya no hay más oportunidad de explicaciones porque la gente enfadada ya entra en discusiones y Ana intenta cortar la conversación para no convertir la situación en insoportable, en este caso no lo hace porque no quiere que me toquéis, ni porque sea un perro guía y me distraiga o no, solo lo hace por mí, porque dentro de lo que es posible quiere tratar de reducir mi estrés en esas situaciones, así que he pensado que si os lo explico yo igual lo entendéis mejor y la próxima vez que veáis un perro en un transporte público, así como en una escalera mecánica etc., que son situaciones que en general soportamos pero no son agradables, entendéis que necesitamos un mínimo de espacio y que no es buen momento para saludarnos.

gracias por leerme, me encantaría conocer a todos mis seguidores muy pronto, y a vuestros compis animales, queremos jugar todos!

9 respuestas a «Perros guía en el transporte público»

  1. Espero que cuando construyan los autobuses (guaguas como los llamamos en Canarias y en varios paises latinoamericanos) dejen mas espacio entre los asientos delanteros y traseros. Un saludo y buenos días.

    1. Muchísimas gracias a ti Carmen. Gracias por estar por aquí, por leer y compartir. Y por ser cómo eres

  2. Ay!!! Amiga Muriel, como entiendo lo que dices, sobretodo cuando hablas de que los humanos ven a Ana como una antipática me suele ocurrir mucho y cada vez me importa menos.
    Por cierto este miercoles estuve en una evento y no paré de pensar en tí y en tu humana. Lo cierto es que me hubiese encantado que estuvieseis junto a nosotros.
    El evento era el evento de Solidarios ONCE La Rioja 2018 y fue cuando menos muy emocionante, pero para mi lo más vibrante fué observar a tus compañeros guías y a nuestra Tirma, mantener el tipo, formales, en su sitio … trabajando por y para sus compañeros humanos… para mí, en mi opinión para todos y cada uno de vosotros, perros guía, debería de levantarse, no uno sino cien monumentos.
    Aún asi Muriel como sabes esto sólo es una opinión y… ya sabes que la opiniones son como los culos… que todo el mundo y que algunos apestan.
    En fin amiga Muriel, Lunita me dice que te dé un lametazo y olfateo de trasero (lo segundo va a ser que no) y me ha dicho tambien…»que si ella hablase»… en fin miedito me dá.
    Muakkkkkkkkk!!!

    1. Vaya Jorge, me hubieses avisado y había ido al evento contigo seguro. Seguro que a Ana también le habría encantado Apoyo eso de que nos hagan un monumento, uno o todos los que quieran ja ja.
      Dile a Lunita que sí, que hable, que tenemos que contarlo todo porque estos humanos son reticentes a escucharnos
      Besito

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.