Palabra de Muriel

Muriel: «Antes soy perrita que guía.
Trabajar es mi responsabilidad
y divertirme mi necesidad»

Hola, me llamo Muriel y hace cuatro años que vivo con Ana. Soy una perrita labradora y mi profesión es ser guía, siempre que Ana necesita ir a algún sitio. Desde que soy pequeña me han entrenado para ser responsable por eso cuando estoy en mis horas de trabajo, toda mi concentración y mi objetivo principal se centra en llevar a Ana a su destino sin ningún contratiempo o distracción y obedeciendo sus indicaciones. Me gusta mucho mi trabajo y ser por unas horas sus ojos y su vista. 

Pero lo que de verdad me gusta es ese tiempo que disfrutamos juntas en mis horas libres cuando no trabajo como guía. Adoro ir al parque con Ana porque mientras ella se entretiene y habla con otros humanos, yo puedo ser y comportarme como lo que realmente soy, una perrita que le gusta divertirse cuando no trabaja. 

Me lo paso genial jugando con mis amigos perros, me gusta correr con ellos, retozar por el suelo, hacer la croqueta, conocer canes nuevos, olfatearlos y dormir largas siestas. Me encanta perseguir palomas, sentir la hierba fresca bajo mis patas cuando hace calor, los árboles, oler farolas pero sobretodo me encantan las personas. 

Aunque he de reconocer que en ocasiones, cuando me ven jugar alejada de Ana, sus reacciones son algo extrañas conmigo y menosprecian mi trabajo diciéndome que no soy una buena perra guía. Muchas personas tienen la falsa creencia que un perro guía ha de permanecer siempre junto a su ama como una estatua sin moverse o comportarse como un Cyborg y no es así, eso es sólo un mito. 

No comprenden algo tan sencillo como que primero soy una perrita y luego guía. ¿Acaso el ser humano no se divierte cuando sale de trabajar? Pues yo también tengo la necesidad de distraerme y descansar fuera de mi horario laboral. 

Pero por lo general las personas son muy amables conmigo y les encanta acariciarme y piropearme. Siempre que me ven por la calle con Ana me dicen lo guapa y buena que soy, lo cual me hace feliz y si no estoy en mis horas de trabajo, se lo agradezco devolviéndoles el saludo con una gran sonrisa, algún ladrido y muchos lametones. El problema está cuando me encuentro trabajando como guía porque en ese momento no puedo ni debo saludar a nadie para no distraerme de mi objetivo. He de tener todos mis sentidos puestos en guiar a mi compañera Ana. Así que perdonadme si no os hago mucho caso en ese momento.

Pero después del trabajo soy toda vuestra pues soy muy sociable y además me encanta dejarme querer. La verdad es que soy una perrita muy feliz porque Ana es mi mejor amiga y es la persona a la que más quiero del mundo. Me encanta estar con ella porque es muy alegre, positiva, nos divertimos mucho juntas, siempre que puede me da mimos y mis chuches favoritas. Pero sobretodo y lo más importante es que siempre cuidamos la una de la otra y así lo haré hasta mi último aliento.

Palabra de Muriel.

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